Ideas de inversión

Nuevos máximos y las mismas explicaciones

Si bien el día de hoy jueves, hemos visto el primer remezón de los mercados en más de dos meses, no cabe duda que hemos presenciado un segundo y casi completo tercer trimestre de subidas impresionantes en los mercados de Estados Unidos, el cual no tiene precedentes en la historia. Finalizó así, un mes más en máximos históricos, cumpliendo cinco meses al alza y marcando el mejor mes de agosto en la historia. 

Estos antecedentes nos llevan a preguntarnos las explicaciones detrás de estas fortísimas subidas y desde luego, sopesar las condiciones actuales y las alternativas de inversión con las cuales nos sentimos más confortables en momentos de altas valoraciones como los actuales, donde aún queda en la memoria los eventos de volatilidad del primer trimestre, así como todas las preguntas abiertas respecto de los catalizadores del vital crecimiento económico.

Las explicaciones más visibles en las subidas de los mercados financieros nos parece podemos categorizarlas primero, tanto en rol de la FED y sus estímulos monetarios, como el del gobierno central y sus estímulos fiscales. No será esta la columna para profundizar sobre las dudas crecientes respecto de la efectividad de estas medidas, así como de los ejemplos concretos de cómo estaría invalidando el sistema de mercado en lo moral, y la concentración de riqueza que están derivando dichas políticas. En cuanto a la activación económica que eventualmente generarían, como hemos mencionado, se ha visto de forma muy notoria en los mercados financieros, pero no en el empleo ni en la inflación, los cuales se encuentran estrechamente relacionados, y precisamente la inflación no subiría porque las presiones salariales son mínimas, en buena parte porque el crecimiento económico no se materializa como quisiéramos todos, y en especial los banqueros centrales. En este momento existe un dominio consensual respecto de la oportunidad con la que han actuado en esta crisis, a diferencia que en 2008, lanzando toda la artillería imaginable e inimaginable desde el 22 de marzo.

Una segunda explicación importante de las subidas, podemos encontrarla en la interpretación que la crisis generada por el coronavirus sería algo pasajero y que la aceleración de las disrupciones tecnológicas y de hábitos de vida podría derivar en mayores eficiencias y productividades, es decir de una crisis podría resultar una oportunidad. Esta teoría se encuentra respaldada en la destrucción creativa acuñada por el filósofo Joseph Schumpeter, a propósito de lo necesarias que son las quiebras de empresas para reasignar los recursos hacia sectores más valorados. Sin embargo, esto no sería del todo, ya que mientras unas crecen en base a esta teoría, otras se mantienen en base a ayudas monetarias y fiscales, lo cual no es compatible con la destrucción creativa antes mencionada.

Una tercera explicación para entender las subidas son la falta de alternativas de inversión, tanto en la economía real como en la renta fija, haciéndose cada vez más interesante en términos relativos las acciones, es decir, ser propietario de una empresa, que los bonos, o sea mantener deuda de una empresa. Los más diversos inversionistas han participado de los mercados financieros, siendo realmente un boom lo vivido durante el año 2020 respecto de las cuentas abiertas en brokers on line en diversos lugares del planeta.

Estas explicaciones podrían estar también mostrándonos una nueva normalidad, entendiendo como grandes cambios los que estamos viviendo en torno a la mayoría de las industrias, donde ya no solamente el sector financiero tiene carácter sistémico sino también el sector tecnológico. Probablemente esta nueva normalidad la re entendamos también en la tradicional valoración de las acciones en bolsa respecto de la relación del precio y la utilidad, la cual en un entorno de mayor apetito por acciones podría estar pasando a una nueva de normalidad de 15 veces a 30 veces, y aun así los inversionistas sintiéndose igualmente confortables con su posición, entendiendo implícitamente la exponencialidad del modelo de negocio de muchas empresas indefectiblemente ligadas a los procesos tecnológicos.

Además de las explicaciones de las subidas, es necesario aclarar una vez más y a modo de diagnóstico, que estas no han sido homogéneas, sino más bien se han diferenciado mucho las grandes ganadoras, es decir las empresas tecnológicas y enfocadas en el crecimiento (growth), de las grandes perdedoras, empresas con modelos de negocio  tradicionales y enfocadas en el valor (value) como principal fundamento de la inversión.

El mismo fenómeno de éxito o fracaso, y un desacople que en varios aspectos se encuentra en máximos históricos, lo hemos visto al interior de industrias y entre los diferentes países, caracterizándose USA y China como los ganadores en términos bursátiles, mientras que no deja de llamar la atención las recuperaciones del euro y las bolsas europeas, así como el difícil despertar y despegar de las bolsas emergentes, en especial las latinoamericanas y nuestro caso particular en Chile. En definitiva, un mundo con ganadores exponenciales y perdedores exponenciales.

Una vez descritos los principales motivos de las subidas así como el diagnóstico respecto de los dispares comportamientos, pensamos importante comentar la aproximación que consideramos debemos adoptar en momentos de máximos históricos pero también en valoraciones. Este último aspecto resulta fundamental en nuestro análisis porque existe una distinción muy importante entre máximos históricos en la bolsa y máximos históricos en valoraciones bursátiles, dado que esta última relación nos permite evaluar si realmente los precios en las bolsas de valores son atractivas desde el punto de vista de la inversión, o por el contrario, si vemos condiciones de burbuja porque estarían magnificándose las utilidades esperadas por los inversionistas bursátiles respecto de los empresarios y la actividad productiva y de servicios.

Además de los factores mencionados, no podemos olvidar que la economía no demuestra síntomas claros de mejora ni en sus datos macro y tampoco en las proyecciones de resultados de las propias empresas.  Es por esto que si bien sabemos existen muchas oportunidades en las mega tendencias y en la tecnología como pivote de diferentes industrias, no podemos de dejar de mencionar la importancia de la selectividad para evitar invertir en empresas en las cuales sea difícil entender sus valoraciones en bolsa.

Por ahora, nos inclinamos por buscar y seleccionar empresas rezagadas, de corte más tradicional, pero con un posicionamiento importante en su industria, clientes muy fidelizados, flujos de ingresos constantes y márgenes de utilidad crecientes. Aunque la tendencia actual sea buscar la rentabilidad directamente en las pocas grandes ganadoras con la disrupción acelerada por el coronavirus, pensamos que el riesgo es mayor debido tanto a criterios de análisis fundamental, como que el descuento de utilidades de empresas son de carácter monopolico en el largo plazo, y por ende muy difícil de mantener, como también argumentos de corte técnico, como es el comprar en máximos en bolsa y valoraciones, o con una lejanía considerable respecto del promedio de los últimos 150 días.

En momentos de euforia bursátil, donde la bolsa se ha instalado una vez más como una alternativa muy relevante para todo tipo de ahorrantes e inversionistas, se debe tener muy presente además de la recién mencionada selectividad,  la paciencia respaldada en los fundamentales empresariales porque estos son los que en la historia han demostrado venir aparejados de buenos resultados en las inversiones bursátiles.